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ALBERTO MORALES GARCÍA / PABLO JAIR ORTEGA / Coatepec, Ver.- Las sobradas amenazas anónimas de miembros de la delincuencia organizada, específicamente narcodistribuidores de la ciudad de Coatepec, finalmente se concretaron y este martes 7 de agosto a las 5 y media de la tarde, fue ejecutado por un grupo de sicarios el inspector de Policía de Coatepec, Honorio Gutiérrez Muñoz, cuando provenía de su domicilio ubicado en la calle Tlanalapa, por el rumbo de la zona conocida como Los Carriles, a bordo de una motocicleta y acompañado de otro oficial motociclista.
Se sabe por fuentes policíacas de Coatepec, que Gutiérrez Muñoz –recomendado del diputado federal Adolfo Mota y quien estaba en el cargo desde el 2004, antes de la actual administración municipal– había estado constantemente amenazado de muerte de manera anónima, debido a la detención de varios narcomenudistas que operan en la ciudad, a los cuales incluso llevó a la cárcel preventiva en los distintos rondines que llevaba a cabo.
Lo cazaron concienzudamente
Según los primeros reportes de los hechos, los sicarios estaban esperando al jefe policiaco en una zona conocida como “la caja de agua” (identificado por un tanque elevado de agua potable), y arremetieron con armas de grueso calibre contra el inspector. El escolta de nombre Pablo Aguilar se había adelantado hacia las oficinas de la Inspección de Policía ubicadas a un costado del Palacio Municipal, pero logró percatarse de la ejecución del inspector y pidió apoyo y en determinado momento cambió de unidad para conducir una patrulla con el número 39.
Al momento de huir los gatilleros en dos unidades Cherokee y Pickup –ambas de color blanco– se inició la persecución con las patrullas números 39 y 43 de la Policía Municipal de Coatepec por las calles de la cafetalera ciudad. Dicha persecución se extendió en la autopista hacia Xalapa, hasta que finalmente se dio un intenso enfrentamiento entre ambos bandos en el retorno a Coatepec, a la altura del Museo de Transporte de la capital veracruzana, donde falleció el escolta Pablo Aguilar, y quedaron heridos al menos 3 elementos de la policía municipal.
Luego de la balacera, los sicarios decidieron retornar a Coatepec, pero estaban ya siendo perseguidos por elementos de la Policía Estatal, obligándolos a desviarse en una zona conocida como Los Arenales, colonia que se ubica a unos metros del museo de Transporte e internándose en el jardín botánico que da a la carretera a la congregación Briones.
Ya en la congregación Briones, ahí mismo los sicarios abandonaron la camioneta Cherokee para huir a pie (sobre la calzada que comunica al Rancho Guadalupe), seguidos por una patrulla de la Policía Municipal de Coatepec, mientras que la otra unidad fue abandonada a la altura de la entrada a Pacho Viejo.
Fuentes extraoficiales informaron que el jeep tipo Cherokee tiene un blindaje alto, de nivel 5, y en su interior había una granada.En la congregación Briones se tiene el reporte de que hubo dos elementos heridos, uno ministerial y otro perteneciente a la Policía Intermunicipal de Xalapa.
Por la noche, cerca de las 22.00 horas, en Coatepec y la región se pudo apreciar en el cielo helicópteros de Seguridad Pública con sirena prendida y un potente reflector iluminando las calles de la ciudad.
Balacera en La Orduña
Fuentes extraoficiales informaron que también se suscitó una balacera en la congregación La Orduña, también de Coatepec, donde se habla de otro policía herido, pero esto no pudo ser confirmado.También información oficial detalla que el hoy fallecido inspector de la Policía Municipal de Coatepec, Honorio Gutiérrez Muñoz, se encontraba siendo investigado por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado, pues tenía en su contra cuatro denuncias por abuso de autoridad, entre las que destaca el caso de una jovencita a la que supuestamente obligó a desnudarse por completo en la vía pública, según él para revisarla detenidamente, pues sospechaba que portaba droga.
Al cierre de esta nota, a las 23.40 horas, elementos de diversas corporaciones federales y estatales seguían peinando la zona en busca de los sicarios.
ALBERTO MORALES GARCÍA / PABLO JAIR ORTEGA / Coatepec, Ver.- Las sobradas amenazas anónimas de miembros de la delincuencia organizada, específicamente narcodistribuidores de la ciudad de Coatepec, finalmente se concretaron y este martes 7 de agosto a las 5 y media de la tarde, fue ejecutado por un grupo de sicarios el inspector de Policía de Coatepec, Honorio Gutiérrez Muñoz, cuando provenía de su domicilio ubicado en la calle Tlanalapa, por el rumbo de la zona conocida como Los Carriles, a bordo de una motocicleta y acompañado de otro oficial motociclista.
Se sabe por fuentes policíacas de Coatepec, que Gutiérrez Muñoz –recomendado del diputado federal Adolfo Mota y quien estaba en el cargo desde el 2004, antes de la actual administración municipal– había estado constantemente amenazado de muerte de manera anónima, debido a la detención de varios narcomenudistas que operan en la ciudad, a los cuales incluso llevó a la cárcel preventiva en los distintos rondines que llevaba a cabo.
Lo cazaron concienzudamente
Según los primeros reportes de los hechos, los sicarios estaban esperando al jefe policiaco en una zona conocida como “la caja de agua” (identificado por un tanque elevado de agua potable), y arremetieron con armas de grueso calibre contra el inspector. El escolta de nombre Pablo Aguilar se había adelantado hacia las oficinas de la Inspección de Policía ubicadas a un costado del Palacio Municipal, pero logró percatarse de la ejecución del inspector y pidió apoyo y en determinado momento cambió de unidad para conducir una patrulla con el número 39.
Al momento de huir los gatilleros en dos unidades Cherokee y Pickup –ambas de color blanco– se inició la persecución con las patrullas números 39 y 43 de la Policía Municipal de Coatepec por las calles de la cafetalera ciudad. Dicha persecución se extendió en la autopista hacia Xalapa, hasta que finalmente se dio un intenso enfrentamiento entre ambos bandos en el retorno a Coatepec, a la altura del Museo de Transporte de la capital veracruzana, donde falleció el escolta Pablo Aguilar, y quedaron heridos al menos 3 elementos de la policía municipal.
Luego de la balacera, los sicarios decidieron retornar a Coatepec, pero estaban ya siendo perseguidos por elementos de la Policía Estatal, obligándolos a desviarse en una zona conocida como Los Arenales, colonia que se ubica a unos metros del museo de Transporte e internándose en el jardín botánico que da a la carretera a la congregación Briones.
Ya en la congregación Briones, ahí mismo los sicarios abandonaron la camioneta Cherokee para huir a pie (sobre la calzada que comunica al Rancho Guadalupe), seguidos por una patrulla de la Policía Municipal de Coatepec, mientras que la otra unidad fue abandonada a la altura de la entrada a Pacho Viejo.
Fuentes extraoficiales informaron que el jeep tipo Cherokee tiene un blindaje alto, de nivel 5, y en su interior había una granada.En la congregación Briones se tiene el reporte de que hubo dos elementos heridos, uno ministerial y otro perteneciente a la Policía Intermunicipal de Xalapa.
Por la noche, cerca de las 22.00 horas, en Coatepec y la región se pudo apreciar en el cielo helicópteros de Seguridad Pública con sirena prendida y un potente reflector iluminando las calles de la ciudad.
Balacera en La Orduña
Fuentes extraoficiales informaron que también se suscitó una balacera en la congregación La Orduña, también de Coatepec, donde se habla de otro policía herido, pero esto no pudo ser confirmado.También información oficial detalla que el hoy fallecido inspector de la Policía Municipal de Coatepec, Honorio Gutiérrez Muñoz, se encontraba siendo investigado por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado, pues tenía en su contra cuatro denuncias por abuso de autoridad, entre las que destaca el caso de una jovencita a la que supuestamente obligó a desnudarse por completo en la vía pública, según él para revisarla detenidamente, pues sospechaba que portaba droga.
Al cierre de esta nota, a las 23.40 horas, elementos de diversas corporaciones federales y estatales seguían peinando la zona en busca de los sicarios.
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