Xalapa, Veracruz
En su visita a la capital del estado, Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la paz lamentó que el trabajo de los Organismos Internacionales que se dicen defensores de los derechos y garantías de las personas, sólo se trate de una simulación, pues consideró, prefieren aparentar resultados ante la política que escuchar verdaderamente las necesidades de los grupos vulnerables.Dijo sentirse arrepentida y hasta avergonzada de su incursión por estas organizaciones que no hacen realmente nada por la gente que lo necesita, pues comentó, se dio cuenta de la corrupción que abunda en estas instituciones y que no permiten que las acciones se lleven a cabo.
En su conferencia “Los indígenas, también tienen derechos humanos”, la activista guatemalteca hizo énfasis en que más que ponencias, se necesita poner en práctica las ideas que surjan en beneficio de la defensa y garantía de los derechos individuales.
Su primera observación fue hacia los organizadores del evento celebrado en el Museo de Antropología, pues desde que vio el título que le habían asignado a su participación, se dio cuenta en que el concepto del indigenista aún está muy atrasado, “no es que también tengamos derechos, nosotros también somos humanos, sería como decir que los perros también tienen derechos humanos pero nosotros no somos ni animales ni otra especie diferente a la humana”.
Hizo hincapié en el entrenamiento de los sistemas de justicia de Latinoamérica para que puedan garantizar la correcta aplicación de los derechos humanos en los indígenas que muchas veces son violadas por la barrera que representa la incomunicación entre los acusados y los represores al no hablar el mismo idioma.
Aunque las comunidades indígenas se consideran grupos vulnerables, son ellos quienes podrían aportar mucho más en beneficio de la sociedad y el medio ambiente, aseveró Rigoberta Menchú, pues desde tiempos ancestrales, estos grupos han sabido convivir con los recursos naturales sin dañarlos y mucho menos acabarlos, además de conservar valores importantes que permiten la preservación de la familia.
Además, dijo, todos los Gobiernos son represores porque se dedican a capturar a los delincuentes y no a prevenir el delito tal y como lo hacen en las comunidades indígenas, “en los pueblos, desde que la gente mayor ve que algún joven quiere practicar cosas malas, lo evitan, orientan y previenen que llegue a hacerlas”.
Entre las propuestas que divulgará por toda Latinoamérica y que hará llegar al Senado de la República, se encuentra una mayor difusión de los derechos humanos, mayor enfoque a la prevención de delitos y violencia, la realización de una agenda concreta para las acciones en beneficio de los grupos vulnerables, la profesionalización de maestros indígenas que realmente sean activos en el campo educativo y la distribución mas equitativa de los fondos sociales para programas sustentables del Estado.
