miércoles, 10 de febrero de 2010

Exponen fotografías de Fernando Meza en la Galería Vilchis de la UV

Opción de Veracruz Virtual
Xalapa, Veracruz

La Galería Fernando Vilchis del Instituto de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana ubicada en la avenida Primero de Mayo número 21 de la colonia Obrero Campesina, de esta ciudad, tiene el agrado de informar que el jueves 18 de febrero del año en curso, a las 20:00 hrs., se inaugurará la Exposición: "El Paisaje de la Desolación" exposición fotográfica de Fernando Meza.

Sobre el paisaje de la desolación

En el otoño de 1997 fui a visitar a mis padres en Río Bravo, Tamaulipas, una población fronteriza en donde viví hasta la edad de dieciocho años. Me encontraba en una etapa especial de mi vida de reconciliación familiar, pero sobre todo, con mi lugar de origen. Quise ir a caminar por los lugares en los ranchos donde crecí.
Mi padre, al igual que muchos agricultores de esa región, tuvo que vender el rancho cuando el precio del algodón se vino abajo. Las deudas con el banco y demás malas rachas ocasionaron que muchos de estos ranchos pasaran a corporaciones agrícolas.
En este recorrido, al bajar del carro y atravesar la brecha, me detuve frente a un montón de arbustos y un árbol viejo, en lo que fue el patio del rancho; la casa, la galera y el corral habían desaparecido. Continué mi camino hacia los ranchos vecinos y la chatarra de implementos agrícolas cubierta de maleza junto a ruinosas casas de madera, con un fondo silencioso e inmenso de soledad que, hasta el horizonte, conformaban el paisaje.
Sentí nostalgia al recordar allí aquella infancia con la alegría del ambiente tan vivo que generaba la gente de esos ranchos. A poco más de veinte años que tenía de no verlos, la situación era totalmente distinta, callada, con gente extraña y solitaria en un tractor, con un fondo de polvoriento horizonte, melancolía y nostalgia, y sobre todo, desolación.
El paisaje rural de mi origen como el de muchos otros, es tan triste y desolado que ni siquiera nos atrevemos a llamarlo paisaje, pero luego de permanecer ausente de él por períodos largos, resulta que al volvernos a encontrar con este paisaje, experimentamos un estado emocional, en ciertos casos tan intenso como para motivarnos a expresarlo.
Lo interesante en este trabajo radica en la experiencia de sentimientos y en la consecuente valoración que damos a un paisaje que antes no tuvo ningún motivo para ser objetivo de la lente, sino que es a través del tiempo y distanciamiento del mismo, que lo revaloramos de manera recoinciliatoria como una forma de recuperar la base de nuestra identidad e historia personal.
Fernando Meza.
Coatepec, Ver. 2003
www.fernandomeza.com

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