jueves, 4 de octubre de 2012

Abre el Nobel de Literatura Jean-Marie Gustave Le Clézio el Hay Festival Xalapa 2012

* Comparte con el historiador Jean Meyer una conversación en la que destacaron el valor de la transmisión de la historia de los pueblos y la riqueza cultural de México

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Xalapa, Veracruz

El Hay Festival Xalapa 2012 inició sus actividades esta noche con una conversación entre el Premio Nobel de Literatura 2008, Jean-Marie Gustave Le Clézio, y el historiador Jean Meyer, moderada por el editor y escritor Martín Solares, teniendo como escenario la Sala Emilio Carballido del Teatro del Estado.
Le Clézio, escritor con una nutrida obra que incluye novelas, libros de viaje y un estudio del México colonial, comentó que “el lenguaje no nos pertenece, es un bien común; los escritores somos quienes nos servimos del lenguaje y éste es superior al ser humano”, admitió ante un numeroso público conformado por estudiantes, maestros, periodistas y amantes de la literatura contemporánea.
Con un español sumamente fluido, pero con el acento francés de origen, al hablar del manejo de la narrativa dijo que es imposible separar el tema de un libro de la manera en que está escrito, “sería como separar la piel del cuerpo o la mirada del ojo, es imposible; el estilo es el significado, ambos son una sola cosa”.
Mientras que Jean Meyer destacó la obra del escritor Luis González, “quien desarrolló una trayectoria clásica, sin embargo, durante un año sabático, regresó a su pueblo San José de Gracia, Michoacán, para escribir la historia de su lugar de origen”.
El historiador subrayó la importancia del autor al rescatar la tradición oral de los habitantes quienes, con sus expresiones coloquiales, enriquecieron el libro Pueblo en vilo, un best seller hasta la fecha, una revolución en la manera de concebir y describir la historia de México. “La historia de una comunidad puede ser tan importante como la historia nacional”, advirtió.
Por su parte, Le Clézio dijo que al llegar a México, gracias a Jean Meyer, pudo encontrarse con la obra de Luis González. “Todos sus libros me ofrecieron un punto de vista totalmente diferentes de México, un país en el que se había desarrollado, en tiempos difíciles, una forma original de humanismo”, recordó.
El autor de más de 40 obras, entre las que destacan El Atestado y La Fiebre, reveló no poder escribir un libro “si alguien no me lo ha contado primero, esto es típico de la investigación del historiador. Por eso todos los libros que yo he escrito me han sido contados por amigos o familiares, pequeñas historias interesantes”.
En este sentido, precisó, hay una conexión estrecha entre la imaginación y la verdad histórica.
Respecto a sus impresiones sobre México, el Nobel de Literatura comentó que este país está atravesando por un momento difícil, pero no es tiempo de guerra, sino “de reunirse, de hablar y crear un frente de resistencia contra la violencia, porque México es un país de alto nivel cultural e intelectual”.
“México ha sido un faro para América Latina y para Estados Unidos, es un país en donde hay que celebrar el valor del arte, de la cultura y, más que todo, el valor de la interculturalidad, el encuentro entre comunidades, su gente, sus idiomas, para que esta unidad se mantenga siempre posible”, manifestó.
Al término de la charla y de una sesión de preguntas y respuestas con el público, El novelista y el historiador procedieron a la firma de algunos de sus libros en el mezzanine del Teatro del Estado.

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