• Si acaso alcanzan un 50 por ciento y no más como presumen las autoridades
Mónica Tejeda Hernández
Xalapa, Veracruz
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| Gisela Rivera |
Los hoteles de la capital del estado sólo alcanzan un 50 por ciento de ocupación como máximo y no más como en ocasiones han presumido las autoridades, acusó la empresaria Gisela Rivera, vicepresidenta de la Asociación de Hoteles y Moteles de Xalapa.
Los hoteles de Xalapa, agregó, son los que menos ocupación presentan durante las llamadas temporadas altas a diferencia de los negocios de este tipo instalados en los alrededores que incluso sí llegan al 80 por ciento de habitaciones rentadas mientras que en la capital sólo el 45 por ciento.
Al ser considerada una ciudad de paso, Xalapa presenta una mayor ocupación durante temporadas que en la que no hay vacaciones o días de asueto, sin embargo, no rebasan el 50 por ciento, “la idea con todos los trabajos de promoción que queremos hacer es alcanzar un 60 % pero ya mantenerlo todo el tiempo”.
La falta de promoción tiene mucho que ver con esta deficiencia, consideró, por lo que hace falta más apoyo a los hoteles locales en ese rubro pues tan solo en cuanto a señalética se refiere, es muy difícil para ellos obtener permisos para anunciar sus negocios, lo cual, lamentó, no sucede con los hoteles grandes que vienen de grandes cadenas nacionales.
“Es difícil poner un anuncio con el nombre del hotel, las autoridades siempre quieren poner anuncios sobre los atractivos turísticos y los lugares que tienen más visitantes como el Museo de Antropología que nos faltan también pero en relación a los hoteles nuevos, esos se arreglan desde arriba y piden poner una señalética para su hotel, lo tienen los hoteles grandes de marca pero nosotros que somos más pequeños si hemos tenido algunos problemas para ponerlos”.
Además, consideró, falta una estrategia permanente de promoción, pues con la llegada de cada nueva administración, las acciones cambian y no permanecen las que tuvieron buenos resultados en la gestión anterior, “si se tiene que evaluar y valorar que tan bueno es lo que se está haciendo y seguir con lo que está bien y obviamente desechar lo que está fallando pero si hay algo que está bien que tiene buenos resultados y es medible, por qué quitarlo”.
Un ejemplo de ello, puntualizó, es la marca de Xalapa, pues cada tres años se le cambia el logo, el slogan y por lo tanto los visitantes nunca terminan de identificarla como tal.
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