Miradas de reportero
Por Rogelio Hernández López
El asesinato del colega veracruzano, Cándido Ríos Vázquez, destapó al menos tres anomalías del presuntuosamente llamado sistema de protección a la libertad de expresión:
Roberto Campa Cifrián, subsecretario de gobernación festinó que no fue ultimado por ser periodista. Al anticipar un imaginativo móvil del crimen, transgrede las normas del nuevo sistema penal acusatorio que debe basar sus juicios en resultados de la investigación criminalística.
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