miércoles, 5 de septiembre de 2007

Ganó la razón; perdieron el oportunismo, la hipocresía y la violencia: I. Yáñez

Opción de Veracruz Virtual

La dirigencia estatal del Partido Acción Nacional pide la anulación de las elecciones celebradas el domingo pasado en un intento desesperado por justificar su falta de propuestas, de trabajo y de sensibilidad para con la gente, porque equivocadamente le apostaron al vedettismo, al transfuguismo, a la piratería política, al fanatismo y fue una de sus prácticas comunes la difamación, la justicia de mano propia y la siembra de la violencia como lo vimos de su líder nacional Manuel Espino Barrientos, señaló el presidente de la Fundación Colosio Veracruz, Inocencio Yánez Vicencio, quien dijo además que fue la voluntad democrática quien le confió al PRI la conducción del Estado y debe respetarse esa decisión.
Al descalificar y rechazar las declaraciones del investigador de la Universidad Veracruzana Alberto Olvera Rivera, el presidente de la Fundación Colosio dijo que es un insulto a los electores afirmar que en Veracruz existe “involución” como lo afirma el académico, puesto que en Veracruz se ha venido trabajando incasablemente por consolidar una verdadera cultura democrática, pero además tuvimos una elección libre, actores independientes, disputas reales, libertades plenas y un árbitro electoral que, hasta antes de los últimos resultados, quien menos cuestionaba su composición y actuación era el PAN.
Yánez Vicencio comentó que habiendo sido nombrado el Consejo General del Instituto Electoral Veracruzano por un Congreso Local dominado por una mayoría panista, reclutándose delegados federales por el sólo hecho de tener perfil de operadores políticos, poniendo al descubierto Manuel Espino que se envían operadores a los estados desde la Presidencia de la República y la reserva de recursos federales para el día de las elecciones, no existe la menor duda de que la Alianza Fidelidad por Veracruz y el PRI compitieron en franca desventaja.
Asimismo dijo que no hay ni puede haber “restauración priísta” con un partido predominante, posible y admisible en un régimen democrático; “la única restauración que está a la vista es la de la vieja práctica de negar y hasta declarar la muerte de la democracia cuando se pierde y reconocerla sólo cuando se gana”.
Inocencio Yánez pidió a los que afirman que un gobierno de mayoría es un gobierno sin contrapesos, a que nos digan qué oráculos consultaron o que revelación tuvieron, porque eso no lo menciona ningún manual de teoría política ni lo registra ninguna experiencia en EU, Francia, Canadá o Inglaterra.
El líder de los intelectuales del Partido Revolucionario Institucional lamentó la sobrevivencia de un intelectualismo que para acreditar su autonomía y su solvencia académica necesite de credenciales antipriístas y nos quiera convencer de que para que exista democracia es necesario excluir al PRI, suscribiendo con ello una propuesta regresiva y totalitaria.
Sostuvo que la visión antiestatal y antipriísta de Alberto Olvera es la única razón que le ha llevado a sumarse a quienes solamente por rencor pueden ver un retroceso en la recuperación del PRI, sin importar hundirse en la contradicción de militar unas veces en el totalitarismo y otras en el anarquismo.
Refirió que no es posible que al PRI se le quiera sacar de la contienda y hasta regatearles sus triunfos por cuestiones cromáticas y nominales, cuando al PAN se le permite asociar sus colores y el lema del Bien Común con sus gobiernos y que el PRD haga lo mismo en las entidades en que está al frente.
Es incomprensible –abundó- que siendo que se reconoce que el éxito del PRI se debe a la gran obra de Fidel Herrera Beltrán, de quien el mismo Alberto Olvera dice que: “se trata de un mandatario estatal que trabaja los siete días de la semana, que no toma vacaciones y además goza de alta popularidad en diversas zonas”, secunde un lloriqueo que no tiene otro propósito que justificar la derrota del oportunismo y la hipocresía.
Concluyó asegurando que pedir la nulidad de las elecciones más libres que ha tenido Veracruz, es pedir la quiebra de la legalidad y de las instituciones por la vía del mismo derecho que las ha creado y cancelar la democracia como método para producir buenos gobiernos.