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Xalapa, Veracruz
La petición de ampliación presupuestaria por un monto de 50 millones de pesos, solicitada por las autoridades de la Universidad Veracruzana (UV) es una nueva ofensa para el pueblo de Veracruz, aseveró Arturo Pérez Pérez, comisionado nacional del Partido del Trabajo en Veracruz.
Xalapa, Veracruz
La petición de ampliación presupuestaria por un monto de 50 millones de pesos, solicitada por las autoridades de la Universidad Veracruzana (UV) es una nueva ofensa para el pueblo de Veracruz, aseveró Arturo Pérez Pérez, comisionado nacional del Partido del Trabajo en Veracruz.
"No hay justificación moral, ética y política que avale dicha propuesta, la universidad pública del estado tiene varios adeudos sociales con la población", pese a esto, dijo, el rector Raúl Arias Lovillo en forma irresponsable pide más dinero a menos de que el año llegue a su primera mitad.
Esta situación obliga a preguntarle al señor Rector, ¿Cómo hizo su proyecto de presupuesto para 2008 mientras a los jóvenes se les limita y niega el acceso a la educación superior, mientras las brechas económicas se hacen más amplias en el estado, mientras el pueblo veracruzano exige más programas de beneficio social, el rector pide 13 millones de pesos para gastos personales.
Esto es inaceptable, exclamó, "si el Congreso del Estado aprueba dicha solicitud y el Poder Ejecutivo lo avala, lo único que estaremos creando es una aristocracia universitaria que lacera a los miles de maestros de la UV que perciben salarios de hambre".
La UV reclamó, no deja de informar que no tiene espacios para albergar a más jóvenes que solicitan, con pleno derecho constitucional, continuar sus estudios. "pero también hemos visto como se utilizan espacios universitarios para establecer boutiques para la venta de recuerdos de los equipos de básquetbol, como si estos equipos fuesen el emblema y única razón de ser de la universidad, para muestra, basta visitar la tienda que tiene la UV en plena zona universitaria de esta ciudad".
Con estas y otras incongruencias que las autoridades universitarias han mostrado en los últimos años, el Partido del Trabajo en Veracruz no puede avalar que se le destinen más dinero. La población tiene el derecho de conocer fehacientemente los beneficios sociales que la UV aporta a los veracruzanos, no sólo en el aspecto educativo, que de por sí ya es cuestionable por el alto número de rechazados, sino en sus áreas de investigación, difusión, divulgación cultural, la evaluación del modelo educativo y su eficiencia Terminal, el seguimiento de sus egresados con relación a su incorporación al mercado laboral. Estos y otros aspectos son los que deben ponderarse en primer lugar, antes de que se les suelte más dinero.
Quiero dejar en claro que los cuestionamientos vertidos no son un ataque a la Universidad Veracruzana, las críticas son a quienes dirigen a la Casa de Estudios; quienes muestran una voracidad por el dinero público. La universidad tiene un papel histórico y una función social específica, pero si quienes la administran y deciden la vida de miles de muchachos sólo piensan en el dinero, es hora de que los veracruzanos empecemos a pensar en un cambio de autoridades y administradores universitarios.
La UV reclamó, no deja de informar que no tiene espacios para albergar a más jóvenes que solicitan, con pleno derecho constitucional, continuar sus estudios. "pero también hemos visto como se utilizan espacios universitarios para establecer boutiques para la venta de recuerdos de los equipos de básquetbol, como si estos equipos fuesen el emblema y única razón de ser de la universidad, para muestra, basta visitar la tienda que tiene la UV en plena zona universitaria de esta ciudad".
Con estas y otras incongruencias que las autoridades universitarias han mostrado en los últimos años, el Partido del Trabajo en Veracruz no puede avalar que se le destinen más dinero. La población tiene el derecho de conocer fehacientemente los beneficios sociales que la UV aporta a los veracruzanos, no sólo en el aspecto educativo, que de por sí ya es cuestionable por el alto número de rechazados, sino en sus áreas de investigación, difusión, divulgación cultural, la evaluación del modelo educativo y su eficiencia Terminal, el seguimiento de sus egresados con relación a su incorporación al mercado laboral. Estos y otros aspectos son los que deben ponderarse en primer lugar, antes de que se les suelte más dinero.
Quiero dejar en claro que los cuestionamientos vertidos no son un ataque a la Universidad Veracruzana, las críticas son a quienes dirigen a la Casa de Estudios; quienes muestran una voracidad por el dinero público. La universidad tiene un papel histórico y una función social específica, pero si quienes la administran y deciden la vida de miles de muchachos sólo piensan en el dinero, es hora de que los veracruzanos empecemos a pensar en un cambio de autoridades y administradores universitarios.
