viernes, 24 de diciembre de 2010

Migración, doble infierno para mujeres: Alda Facio

Mónica Tejeda Hernández
Xalapa, Veracruz

Nuevas formas de violencia han surgido en los últimos tiempos en contra de las mujeres debido a la globalización, un ejemplo claro son las vejaciones que miles de ellas sufren al tratar de emigrar de su país hacia un lugar donde esperan encontrar una mejor calidad de vida en una travesía donde corren incluso, más peligro que los hombres, advirtió la doctora Alda Facio, directora del programa Mujer Justicia y Equidad del ILANUD, en el marco de la conmemoración de la aparición de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias.
Un 18 de diciembre como hoy pero de 1990, la Asamblea General de los Derechos Humanos aprobó la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias, un tratado internacional de carácter global inspirado en los acuerdos jurídicamente vinculados, en estudios de las Naciones Unidas sobre derechos humanos, en conclusiones y recomendaciones de reuniones de expertos y en los debates celebrados y las resoluciones aprobadas en los órganos de la ONU sobre la cuestión de los trabajadores migratorios.
Cinco años después, en la cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, las Naciones Unidas reconocieron su especial preocupación por la difícil situación de las mujeres y niñas migrantes debido al incremento de violaciones a sus derechos humanos al ser mas propensas a la violencia y peligros como la explotación sexual relacionado con su situación legal en países ajenos a los suyos,  por lo que se incluyó en la Convención, un llamado a los gobiernos para reconocer esta vulnerabilidad y ejercer acciones de contraste.
En ese sentido, la doctora Alda Facio, directora del programa Mujer Justicia y Equidad del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD), señaló que como mujeres, las migrantes sufren mayor grado de discriminación que los hombres migrantes por parte de las autoridades y los empleadores pero además, alertó sobre nuevas formas de violencia en contra de ellas donde también tiene que ver el crimen organizado.
“Precisamente por el reconocimiento que hubo a nivel de Naciones Unidas de que hay un problema serio de violencia y hasta feminicidio contra mujeres migrantes es que hay una Convención sobre los derechos de las personas migrantes y sus familias y establece una serie de obligaciones para los gobiernos para mitigar los problemas que enfrentan las personas migrantes, hombres y mujeres”, agregó.
No obstante, Alda Facio lamentó que una de las razones de que los acuerdos establecidos en dicha Convención no se lleven a la práctica, es el desconocimiento de la misma tanto de los posibles beneficiarios como de las propias autoridades, “eso todavía no se cumple precisamente porque ni siquiera se conoce la Convención, se debe empezar por conocer la declaración (de Derechos Humanos) y de la declaración surgen todas estas otras convenciones que son importantes que la gente conozca”.
Tampoco los abogados y abogadas, agregó, conocen este tipo de acuerdos legales, “debería ser parte de su formación porque son leyes pero si ellos no lo conocen, menos la ciudadanía por eso hay que empezar con darla conocer, que las personas conozcan que existe esta Convención sobre todo si está el interés en este tema”.
Aunado a ello, el temor de los migrantes de acudir a las autoridades para no ser devueltos a su país, los vulnera más a los abusos, señaló, “en teoría cada Estado está obligado a garantizar los derechos humanos a todas las personas que se encuentran en su territorio, no sólo a los que son ciudadanos y ciudadanas, aunque eso es en la doctrina de los Derechos Humanos porque en la realidad, las personas que están ilegales en un país tienen miedo de defender sus derechos porque si las autoridades se dan cuenta de que están en ese país puede ser que los echen de ahí”.
Sometidas a esta vulnerabilidad, las mujeres migrantes -cada vez en incremento-, se exponen a nuevas formas de violencia en su contra, lo que al parecer de la doctora Facio, tiene mucho que ver con la globalización, “la globalización ha ido restringiendo mas la posibilidad de las personas de emigrar de un país a otro y hay mucha violencia y mucha discriminación en contra de las personas que se van de sus países precisamente en busca de mejores opciones de trabajo y que encuentran que las puertas están cerradas”.
En el caso de México, una país que firmó y ratificó su participación en la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias, enfrenta el problema de recibir población migrante que sólo va de paso por su territorio al intentar llegar a los Estados Unidos.
“La mayoría de la gente por ejemplo de Centroamérica que pasa por México no es que se quieran quedar aquí, la idea es irse a Estados Unidos pero muchos y muchas se tienen que quedar porque no logran pasar a donde quieren ir creyendo que hay más opciones y oportunidades en ese país”.
La Convención, puntualizó, habla de toda esta problemática y obliga a los gobiernos a garantizar los derechos humanos de los migrantes, “por ejemplo no devolver a una persona que está ilegal en su territorio, si corre peligro de muerte en el país donde se le devuelve”, pero hizo un llamado de alerta para las autoridades, para que se realicen ya acciones contundentes en ese sentido pues hasta ahora, no se han ni siquiera acercado al objetivo.
VERACRUZ, PASO OBLIGADO DE MIGRANTES
El estado de Veracruz recibe a diario una gran cantidad de migrantes que provienen sobretodo de Centroamérica y que en algunos casos, no han logrado culminar su viaje hacia los Estados Unidos en ocasiones, por ser víctimas de la delincuencia. Vulnerables ante todos los peligros que representa su travesía, mujeres migrantes son objeto de violaciones a sus derechos humanos en territorio veracruzano donde no se tiene hasta el momento, un diagnóstico concreto sobre la situación.
Al respecto, la directora del Instituto Veracruzano de la Mujer (IVM), Edda Arrez Rebolledo, reconoció la preocupación de las autoridades veracruzanas por dicha situación, por lo que adelantó que la institución a su cargo, ya trabaja en ese sentido, “participamos en un foro donde hablamos precisamente de migración y trata de personas, tiene que ver mucho con la migración internacional, externa pero también la interna”.
El IVM, informó, ya realizó un primer acercamiento con la Procuraduría General de la República (PGR) y la delegación estatal del Instituto de Migración para establecer una coordinación interinstitucional y dar seguimiento a los casos de violación a los derechos humanos de las mujeres migrantes por territorio veracruzano.
“Nos interesa mucho visibilizar el problema porque mientras no se visibilice no podremos actuar, yo no podría dar ahorita una cifra porque no la tenemos, pero porque no se ha hecho este trabajo de compartir datos, información, generar algunas políticas públicas estatales pero también federales”, explicó la funcionaria estatal.
Edda Arrez, reconoció la falta de alianzas entre las instancias estatales y federales para la atención de este grave problema, “nos falta esta construcción de alianzas y esta mesa que pueda continuar porque está ya la ley para prevenir, atender y erradicar la trata de personas, pero falta todavía que se concrete”.
En ese sentido, destacó, el IVM ha fungido como detonante para que la coordinación entre las instancias relacionadas comience y se trabaje en un tema que aseguró, formará parte importante de la agenda de este sexenio.
“Más allá de detectar también a las mujeres que se quedan aquí que tienen familiares que emigran, también nos interesan las mujeres que pasan por aquí, que vienen ya no solamente de Centroamérica y Sudamérica, sino ya también de otros continentes”, puntualizó.

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