Catemaco, Veracruz
A las 19:00 horas la Laguna Encantada de Catemaco empezó a cubrirse de oscuridad. El misticismo pudo sentirse y escucharse por todos lados, mientras que los duendes y chaneques festejaban a lo grande durante este primer viernes de marzo, Día de los Brujos.
Como parte de una tradición milenaria en este lugar, durante todo este día se llevaron a cabo los mágicos eventos con reunión de los contingentes ceremoniales, autoridades municipales y estatales en El Cerrito. La cita fue a las 18:00 horas y a ella acudieron puntuales brujos, chamanes y público atraído por estos rituales que han hecho trascender a Catemaco en el mundo.
El Brujo Mayor y maestro en ciencias ocultas, Enrique Marthen, encendió cuatro veladoras blancas y luego de realizar algunas anotaciones empezó a predecir “un año enfundado en un ropaje negro como alas”.
Dijo que en estas elecciones federales el PRI obtendrá la mayoría y que la violencia comenzará a disminuir en el estado. Después ya no quiso hacer más revelaciones.
En esta tierra de la laguna encantada, donde las fuerzas mágicas, los pactos con demonios, chaneques, nahuales y brujos, el nuevo brujo mayor de Catemaco, "el Ahijado", no dejó de demostrar su mejor sonrisa, totalmente enigmática, durante todas las ceremonias.
Aseguró respetar a los santos y mártires católicos, al igual que tener fe y devoción por Satanás y por la Santa Muerte, aquella que –según él- sostienen al mundo entre sus manos.
A las 19:30 horas se realizó el ritual del Saludo a los Cuatro Vientos y se aprovechó para dar la bienvenida a Chalchiuhtlicue, la diosa azteca del amor, la belleza juvenil, los lagos, mares y ríos. Luego, los brujos, chamanes y sus acompañantes, iniciaron su recorrido a la Plazuela del Pescador, donde danzantes y tamboreros bailaron con un escenario adornado por la laguna de Catemaco bañada por la luz de la luna.
Las danzas continuaron a lo largo de las principales calles de este lugar. Cada minuto del primer viernes de marzo fue aprovechado para fortalecer el misterio y la magia.
El primer viernes de marzo tiene un significado especial para los habitantes de la región de los Tuxtlas, en especial para los de Catemaco, quienes también lo aprovechan para festejar el “Día de Brujos”.
Además, de acuerdo con “el Brujo Mayor”, el primer viernes de marzo es una celebración mágica para muchos, mientras que para otros no deja de ser un día espeluznante y de miedo, pues su principal característica se centra en los brujos que invocan a las fuerzas oscuras, encabezadas por Luzbel, para obtener favores.
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