Xalapa, Veracruz
Estudiantes de Educación Especial, de la Benemérita Escuela Normal Veracruz (BENV), pidieron a los tres niveles de gobierno “menos discurso y más acción” en la atención de personas discapacitadas.
Sostuvieron que a pesar de los constantes discursos que anuncian el desarrollo de políticas públicas en beneficio de los discapacitados a la fecha se carece de la infraestructura necesaria y de la sensibilidad de la población para lograr una inclusión satisfactoria.
Los normalistas, por iniciativa propia, se organizaron para llevar a cabo el evento “Más conciencia es igual a más inclusión” en el Paseo de los Lagos, donde explicaron a la ciudadanía la importancia de respetar e incluir en todos los sectores a las personas discapacitadas.
Sostuvieron que los discapacitados son personas capaces de realizar cualquier actividad que les sea encomendada, además de que invitaron a los presentes a utilizar sillas de ruedas y caminar con una venda en los ojos para que vieran al mundo desde otra perspectiva.
Dijeron que en la actualidad hay quienes piensan que la discapacidad es una enfermedad y que por ello comúnmente segregan o aíslan a los discapacitados, cuando en realidad requieren ser reconocidos y tratados como cualquier otra persona.
Víctor Manuel Fernández Mendoza, uno de los estudiantes que participaron en el evento, manifestó que desde la década de los 90 en el país se anunciaron programas y diversas estrategias para fomentar la inclusión social de los discapacitados, sin que a la fecha los resultados sean halagadores.
Dijo que aún en la actualidad no se cuenta con leyes que realmente protejan y hagan valer los derechos de los discapacitados, además de que la falta de infraestructura adecuada es notoria, incluso en las oficinas de gobierno o dependencias enfocadas a la atención de este sector.
Abundó que la discapacidad intelectual erróneamente es considerada por algunos como una enfermedad que debe ser atendida en hospitales psiquiátricos, lo que revela que aún falta mucho por hacer en esta materia para que los discapacitados gocen de una mayor inclusión en la sociedad.
Otro ejemplo, señaló, consiste en la instalación de casetas telefónicas sobre las banquetas y la falta de rampas que faciliten el acceso de quienes necesitan de una silla de ruedas o bastones para poder desplazarse.
Por último, pidió a la población a no pasar por alto la oportunidad de ayudar a los discapacitados a cruzar las calles y avenidas, pues señaló que la falta de valores sale a relucir cuando algunos ignoran este tipo de situaciones
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