Diputados locales matan transparencia en el IVAI

PABLO JAIR ORTEGA / Xalapa, Veracruz
pablo.jair.ortega@gmail.com

Ya se esperaba. Pese a todas las voces que pedían una transparencia en el organismo quizás más representativo de la modernidad en el gobierno estatal, finalmente volvimos a caer en lo mismo que ha caracterizado a este régimen: repartirse los puestos de los principales organismos autónomos entre los partidos políticos.
No es novedad porque desde el inicio de la presente administración entraron en polémica el Instituto Electoral Veracruzano (IEV), el Órgano Fiscalizador (ORFIS), y el Instituto de la Mujer, los cuales fueron literalmente perreados por el PAN y el PRI para –de acuerdo a sus intereses– colocar personajes claves en los consejos de dichos organismos, como si fuesen piezas de un malísimo juego de ajedrez.
Este 11 de julio los diputados locales mataron al Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, pero ya desde un inicio venían dándole muerte desde la jefatura de la Oficina de Gobierno cuando el titular Dionisio Pérez-Jácome se había negado en dar los nombres de los 29 aspirantes a consejeros del IVAI. El instituto que se supone avala la transparencia de la información gubernamental, desde un inicio estaba siendo opaco, poco claro, y sólo con información privilegiada para el primer círculo del poder.
En esta ocasión volvemos también a caer en el cumplimiento de un capricho partidista y se coloca como presidente del organismo al panista Álvaro de Gasperín Sampieri, con una reconocida militancia blanquiazul que nubla todo su pretencioso currículum, tan difundido por los canales oficiales. Así sea el más preparado de todos (como así lo insisten los múltiples boletines de Gobierno del Estado y del Congreso local), no puede dejar de lado su corazón panista, y esto no lo vieron los diputados locales al momento de ratificarlo como cabeza del consejo del IVAI.
Las restantes integrantes del Consejo son las académicas Luz del Carmen Martí Capitanachi, y Rafaela López Salas.
En el camino, con mucha tristeza y decepción, vemos cómo queda la aspiración de la compañera Lupita López, convertida en la representante del gremio periodístico y con una trayectoria impecable dentro de los medios de comunicación. La inclusión de Lupita sin duda hubiera sido la garantía más fehaciente de que Veracruz contaría con un instituto de acceso a la información a la altura del que existe a nivel federal: incuestionablemente transparente.
Es obvio que el rechazo a la inserción de un periodista en el consejo, se debe a que éste sí respondería a los principios de transparencia; que promovería el conocimiento público de la información que tanto buscan ocultar las dependencias y gremios políticos. Que resulta por demás indiscutible que una periodista como Lupita López (y también como mujer íntegra), no corresponde a los intereses oscuros del gobierno de Veracruz y los partidos políticos, sobretodo a la discreción con que se maneja la gran cantidad de dinero que nunca se sabe a dónde va a parar, entre otras cosas poco claras que las autoridades veracruzanas nunca han dado a conocer.
¿Qué grado de compromiso hay entre el gobierno de Fidel Herrera y el PRI con el PAN? Hasta donde hemos visto, lo más seguro es que está muy elevado. Muy comprometido.
Las protestas de los periodistas en el Congreso del Estado, donde se dio esta infamia de crear un consejo partidizado, se dejaron sentir. En verdad, es injusto.
Este 11 de julio será recordado como el momento en que se mancha una vez más un consejo que debería ser ciudadano, cuando los partidos pasan por encima de la tan cacareada democracia. ¡Vaya tiempos modernos!