sábado, 30 de agosto de 2008

Solo con una mejor educación se puede combatir con eficacia a la criminalidad: FMR

Opción de Veracruz Virtual
Xalapa, Veracruz

“Las marchas contra la inseguridad convocadas por la organización Iluminemos México son un excelente instrumento para que la sociedad demande a los gobiernos mayor efectividad en el combate a la delincuencia, pero serán insuficientes si no se acompañan de una gran reflexión colectiva sobre la necesidad de fomentar los valores éticos en la vida cotidiana del ciudadano”, señaló el dirigente estatal del Partido Nueva Alianza en Veracruz, Francisco Javier Muñoz Ruiz.
Cuestionado sobre el significado y alcances de las movilizaciones ciudadanas contra la inseguridad, el presidente de la Junta Estatal de este partido dijo que el desafío de la lucha contra la inseguridad exige de todos un gran esfuerzo, porque “es necesario que con la misma decisión con la que demandamos la responsabilidad de todos los órdenes y órganos de gobierno en esta lucha, asumamos la parte que nos corresponde.”
Afirmó que se debe impulsar una verdadera cultura de la legalidad en todos los ámbitos, luchar por preservar las libertades individuales y los derechos de la ciudadanía, pero sin dejar de lado que eso solo se logra si partimos desde nuestro entorno familiar, en cada hogar, en nosotros mismos, donde la educación tiene un papel de primer orden.
Muñoz Ruiz indicó que cuando se habla de inseguridad, casi todo mundo habla de la corrupción policíaca, de aumentar las penas, de aumentar los sueldos de los policías, de adquirir los últimos adelantos tecnológicos en materia de seguridad y más cosas, sin embargo, dice que el problema esencial no está en los policías, sino en la tolerancia que existe a la comisión de conductas ilegales, la que “lamentablemente se fomenta muchas veces desde el propio seno familiar. El problema de la inseguridad está en muchos factores, pero esencialmente en una grave carencia de la ética en la propia ciudadanía”, señaló.
Para el dirigente partidista esta ausencia de ética se observa prácticamente en todos los ámbitos de la sociedad, en las familias, en las escuelas, en la práctica política, en el ejercicio de gobierno y en los más diversos espacios de nuestra convivencia social. Por ello, apunta, “el problema de la inseguridad es un problema estructural que no se va a resolver solamente con policías y pistolas ni con mas leyes por más severas, porque está íntimamente relacionado con la corrupción, con la pobreza, con el desempleo, la ignorancia, con la falta de una mejor educación y con la apatía social para involucrarse en los asuntos públicos y ser más demandante”.
El problema de la inseguridad se resolverá con más inversión en la educación, con mayor integración familiar, con un ejercicio más activo de la ciudadanía y, sobre todo, “con la autocrítica y reflexión de lo que como individuos y padres de familia hemos dejado de hacer”, finalizó.