viernes, 26 de diciembre de 2014

Condena Iglesia en Xalapa, ejecución del sacerdote Gregorio López Gorostieta

Eliseo Tejeda Olmos/ eldemocrata.com
Xalapa, Veracruz

La Iglesia Católica de Xalapa condenó el asesinato del sacerdote Gregorio López Gorostieta, quien se desempeñaba como profesor de Seminario en la Diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero.
El pasado domingo 21 de este mes de diciembre, el Sacerdote fue secuestrado por un grupo armado que se introdujo al seminario católico de Altamirano, que se encuentra en las faldas del cerro Chuperio, alejado de la zona urbana. Lo secuestraron y se lo llevaron con rumbo desconocido.
De acuerdo con declaraciones del también sacerdote católico Gregorio López Jerónimo –conocido como el “padre Goyo” y con quien muchos medios digitales han confundido al asesinado-, la ejecución de su tocayo se debió a que precisamente el domingo 21, en un mensaje a los feligreses y seminaristas, López Gorostieta habría condenado la participación del grupo delincuencial de los “Guerreros Unidos” en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Posteriormente sería secuestrado y ayer jueves 25 de diciembre, su cuerpo fue encontrado con un balazo en la cabeza a orillas de la carretera que comunica a Ciudad Altamirano con Arcelia. La zona “está a cargo” de fuerzas federales y estatales que mantienen un operativo permanente de seguridad, pese a ello el secuestro y asesinato del sacerdote lo efectuaron sus asesinos sin contratiempo alguno.
En un comunicado firmado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, se señala: “la Arquidiócesis de Xalapa, presidida por su pastor, monseñor Hipólito Reyes Larios, lamenta profundamente la desaparición violenta y la muerte del sacerdote Gregorio López Gorostieta de la Diócesis hermana de Ciudad Altamirano, Guerrero y al mismo tiempo que expresa sus condolencias por este terrible homicidio, eleva sus oraciones a Dios para que reciba en su Gloria al padre Goyo y conceda consuelo a los familiares cercanos, al obispo Maximino Martínez y a todos los feligreses por este lamentable suceso. De igual manera expresa su indignación por todos los signos sombríos y de muerte que privan en esa zona de nuestro país”.
“El padre Gregorio era originario de Nanchititla, Estado de México. Fue ordenado sacerdote para la diócesis de Ciudad Altamirano y se especializó en Sagrada Liturgia en el Instituto Pontificio Litúrgico de San Anselmo, residiendo en el Colegio Mexicano de la ciudad de Roma. Últimamente fungía como profesor del seminario en esa Diócesis”.
Hipólito Reyes Larios, quien como se recordará perdió a una sobrina que fue secuestrada y asesinada en la zona centro de Veracruz, se unió al resto de los obispos católicos de México que exigen un ¡Basta ya! al impune actuar de la delincuencia en todo el país.
“No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desaparecidos. No queremos más dolor ni más vergüenza. Nos unimos al clamor generalizado por un México en el que la verdad y la justicia provoquen una profunda transformación del orden institucional, judicial y político, que asegure que jamás hechos como estos vuelvan a repetirse”.

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