jueves, 23 de abril de 2015

Xalapa sufre por contaminación auditiva; provoca sordera y neurosis

Ángel García
Xalapa, Veracruz

El ruido en exceso que se vive a diario en esta capital cuenta con la tendencia de causar sordera y neurosis entre los habitantes, dijo Edmundo Macario Álvarez, director general del Centro de Estudios de Derecho Juventud y Pobreza.
Abundó que de acuerdo con estudios oficiales se descubrió que en esta capital el promedio, en tres puntos estratégicos dela ciudad, donde destaca la zona centro, es de 85 decibeles, cuando las recomendaciones en términos generales de algunas normas y organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) consiste en no tener más de 65.
Comentó que en Madrid, España, se tenía un problema similar y que bastó con reducir un decibel en 2014 para tener 438 muertes menos relacionadas con trastornos y enfermedades relacionadas con el ruido durante todo ese año.
Dijo que las autoridades locales deben tener un mayor interés en las zonas de mayor ruido para remediarlo, pues a pesar de que han sido advertidas constantemente de esta problemática la respuesta se obtuvo de parte de un grupo importante del país, especializado en la materia, que de inmediato acudió a esta capital para desarrollar estudios.
Además, señaló que en el tema de la salud hay especialistas de varias universidades del país que advierten que los jóvenes son los más propensos a padecer afectaciones a su salud por el ruido, pues además del escándalo que se vive a diario es común que usen audífonos a todo volumen, lo que puede causar daños irreversibles al sistema auditivo.
Incluso, señaló que la Organización Mundial de la Salud publicó un estudio enfocado en América Latina que advierte de más de mil 100 millones de personas, de 12 a 30 años de edad, con altos riesgo de perder la audición a causa del ruido con el que conviven a diario.
Finalmente, manifestó que entre las afectaciones a la salud por el ruido destacan el estrés, las alteraciones del sueño y la neurosis, entre otras, lo que obliga a no pasar por alto esta problemática para remediarla lo más pronto posible.

El ruido vulnera el derecho humano a un ambiente sano

El ruido excesivo ocasionado por la industria, la modernización y los antros, entre otros, vulnera diariamente el derecho humano a vivir en un ambiente sano y libre de este tipo de contaminación, dijo José Luis Pérez Guerra, visitador Adjunto a la Primera Visitaduría General de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Abundó que este organismo se encuentra abierto para atender a la población que se sienta agredida o afectada por las alteraciones al medio ambiente provocadas por la actividad humana, sin embargo, reconoció que muy pocos tienen conocimiento de ello y que las leyes ambientales son las menos respetadas.
Además, sostuvo que a pesar de que la CEDH se encuentra atenta a la atención de estos hechos lo cierto es que las recomendaciones siempre se han enfocado, en su mayoría, a las corporaciones policiacas y a los ayuntamientos.
En el marco del “Día Internacional de la Tierra”, que se conmemoró ayer y del “Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido”, que se conmemorará el 29 de este mes, Pérez Guerra dictó la conferencia “Derechos Humanos y Medio Ambiente”, donde señaló que el derecho humano a un ambiente sano está violentado en el estado y en gran parte del país.
Señaló que en la entidad el ruido puede encontrarse principalmente en el auge industrial que diariamente atenta contra el derecho a vivir en un ambiente sano, sin olvidar el emanado de los antros.
Además, detalló que no sólo el ruido figura como una afectación al derecho humano, pues también la contaminación del agua y del aire atenta e impide gozar de un ambiente adecuado que permita un sano desarrollo.
Señaló que las industrias tienen la obligación de cumplir con todos los requisitos para funcionar debida y adecuadamente sin tener que degradar a la naturaleza.
Citó que el tema de derechos humanos y medio ambiente es un problema actual y cada vez más preocupante, pues a causa del desarrollo industrial y la falta de conciencia de particulares se carece de un total apego a la normatividad para que toda la sociedad goce de un desarrollo sustentable.
Advirtió que las autoridades tienen la obligación de supervisar e inspeccionar las diferentes industrias para garantizar su óptimo funcionamiento y con ello evitar daños al ambiente y, en consecuencia, a los derechos humanos.
Finalmente, recalcó que la normatividad ambiental no es respetada debidamente y que por ello es necesario buscar y aplicar mecanismos más adecuados para que las leyes se respeten y se proteja al medio ambiente en beneficio de toda la sociedad.

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