lunes, 21 de marzo de 2016

Días lluviosos en Tajín, bendición para indígenas, impedimento para visitantes

Ángel García
Papantla, Veracruz

Los días de actividades de la Cumbre Tajín 2016 estuvieron enmarcados por una insistente lluvia que para los totonacas representó una bendición que dará paso a la fertilidad de sus tierras.
La lluvia, acompañada de un intenso frío, impidió a la mayoría de los visitantes disfrutar y participar en las diversas actividades del Festival de la Identidad, sin embargo, para los habitantes de esta región del Totonacapan la felicidad fue visible debido a que las nubes regaron sus campos para beneficiarlos con abundantes cosechas.
En el Kantiyan o Casa de los Abuelos las reuniones de los sabios fueron constantes y entre los principales temas a tratar destacó el de la lluvia como sinónimo de fertilidad.
De acuerdo con la tradición y creencia de los totonacas, los dioses son parte de la vida cotidiana y que, según su estado de ánimo, dan la lluvia, buenas cosechas, protegen a sus familias y otorgan bendiciones, por lo que de manera ancestral los abuelos del Kantiyan preservan y heredan los ritos de permiso para que los totonacas puedan llevar a cabo sus diversas actividades de manera cotidiana.
Los Voladores de Papantla también aprovecharon el día de lluvia para agradecer a sus dioses de los bosques, de la lluvia, del viento y de las cosechas, la caída del vital líquido, pues son ellos, “los hombres pájaro”, quienes por medio de su danza ritual piden por la fertilidad de sus tierras.
La vestimenta de los voladores está llena de significados. Su gorro cónico, adornado con flores multicolores y un pequeño espejo redondo, representan la fertilidad de la tierra y al Sol. Los listones largos que se deslizan por sus espaldas son el arcoíris que se forma después de la lluvia. Los medios círculos de tela o terciopelo rojo, colocados sobre el hombro derecho significan las alas de los pájaros, mientras tanto, los pantalones rojos son representativos de la sangre de los danzantes muertos y la calidez del astro rey, según lo plasmado en la Escuela de Voladores.
“Disfrutamos la lluvia, el agua hace fértil la tierra y verdes a los campos. También limpia y purifica al aire y nos garantiza cosechas”, dijo José, un indígena totonaca, luego de asegura que esta región del Estado tradicionalmente es afectada por las altas temperaturas y la escasez de lluvia.
Con el poco español que domina, el campesino abundó que cada vez que llueve se pueden garantizar los frutos de la tierra para satisfacer la alimentación de su pueblo, por lo que anunció que, al igual que los demás indígenas del Totonacapan, implorará a sus dioses para que las bendiciones no dejen de agraciarlos.

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